¿Qué esperas para sumarte y comenzar a aportar a tu cuenta, para evitar la decadencia?
Los ejercicios regulares de intensidad moderada, como fuerza, resistencia, equilibrio, flexibilidad
y coordinación, benefician todos los aspectos de la salud humana y son ampliamente aceptados
como una estrategia terapéutica y preventiva para diversas enfermedades, incluyendo
enfermedades cardiovasculares, enfermedades metabólicas, enfermedades neurológicas y
enfermedades pulmonares, etc.
Sin embargo, si el ejercicio físico no alcanza un nivel mínimo de intensidad, no se producen
cambios significativos en la homeostasis del organismo.
En individuos no entrenados, los episodios repentinos de ejercicio de intensidad vigorosa,
pueden dar lugar a eventos cardiovasculares adversos y el ejercicio intenso prolongado puede
aumentar la incidencia de infarto.
El cambiar un estilo de vida sedentario por actividad física, aunque sea de bajo nivel es de
probado beneficio para preservar la salud, evitar el deterioro y mantener la movilidad a lo largo
de la vida. La Organización Mundial de la Salud junto con casi todas las Organizaciones Médicas
recomiendan que todo adulto debe hacer entre 150 a 300 minutos semanales de actividad física
Moderada o 75 a 150 minutos de Actividad Física Vigorosa, además nos recomiendan
complementar con actividades de Fortalecimiento de todos los grupos musculares al menos de
intensidad moderada 2 veces por semana. Así mismo recomiendan que los adultos mayores de
65 años ejecuten actividades físicas enfocadas a múltiples valencias entre ellas balance
funcional y entrenamiento de fuerza a nivel moderado a incluso mayor por 3 días a la semana.
Un aumento en 500 METS/semanales (Equivalentes metabólicos) de cualquier actividad física,
equivalente a 150 minutos extras de actividad moderada o 75 minutos de actividad física
vigorosa ha demostrado la capacidad de reducir en un 14% la mortalidad por cualquier causa en pacientes con enfermedad cardiovascular y en 7% en pacientes sanos.
Aquí se muestra un ejemplo de las METS.
Para evitar los riesgos (que los tiene) del ejercicio físico debemos concebirlo como una Cuenta
de ahorros o de retiro que debemos ir llenando progresivamente para evitar quedarnos sin
ese capital en la vejez.
Dr. Claudio Lopez Bruzual, MD.
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